Ingredientes para 12 personas:
100
g de remolacha cocida
100
g de calabacín verde
50
g de zanahoría
100
g de chocolate negro para fundir.
125
g de mantequilla a temperatura ambiente
300
g de azúcar
225
de harina de fuerza
50
g de cacao el polvo
una
pizca de sal
1
sobre de levadura
3
huevos
100
g de azúcar glass
10
ml de agua.
50
g de almendras picadas
Elaboración:
-“
Estaré en tu casa sobre las seis”- decía el Whatsapp que Marcos
leyó en su móvil.
Miró
su reloj. Las 15:48. Tiempo de sobra para sorprenderla.
Se
fue a la cocina, puso el horno a precalentar a unos 180 ºC y empezó
a sacar ingredientes de la alacena y del frigorífico. Los colocó
en la encimera y buscó la bizcochera y el pequeño peso con el que
medía la cantidad de ingredientes para sus recetas.
-“Vale,
te espero aquí princesa y nos tomamos un cafelito antes de salir”-
escribió él. -”Ten cuidado, por favor”.
Cogió
la verdura y empezó a rallarla, empezó con la zanahoria, le siguió
el calabacín y terminó con la remolacha, teniendo cuidado con esta
última ya que el líquido de conservación de la misma podría
colonizar la cocina como se derramara. Todo quedó muy colorido en un
bol.
Cogió
una olla grande y otra pequeña, tomó el chocolate negro, lo troceó
y lo puso en la olla pequeña. Agua aen la grande y al baño maría.
Mientras
tanto tomó la mantequilla, esa que siempre tenía a temperatura
ambiente y la troceó, echándola en una ensaladera grande de vidrio.
La mezcló con azúcar.
Encendió
de nuevo su móvil con dos toques,y volvió a escribir en el
Whatsapp: -”ya TEDM”. Siguió con su receta.
Incorporó
los huevos a la mezcla anterior y empezó a batir con la varilla
manual. Ya empezaba a coger forma la creación.
Tomó
la harina, el cacao en polvo, la levadura y la sal. Tamizó los tres
primeros y empezó a batir enérgicamente. La mezcla pasó de ser
amarilla a ponerse color chocolate.
Tomó
la verdura rallada y también la incorporó a la mezcla, viendo como
caían confetis de color verde, blanco, naranja y morado.
“¿Cómo
saldrá esto?”. Pensaba mientras ligaba la verdura a la mezcla.
Comprobó
que el chocolate estaba fundido y también lo incorporó. Una masa
homogénea de color chocolate se transparentaba a través del
recipiente de vidrio.
Un
pliego de papel de horno sobre la base de la bizcochera y cerró la
bizcochera. Engrasó el lateral del molde e incorporó la mezcla.
Unos ligeros golpes para que el aire subiera, unos minutos de reposo
y estaría listo para el horno.
Altura
medía-baja en el horno y calor por arriba y por abajo y en unos
cuarenta y cinco minutos saldría el bizcocho.
Preparó
su ropa para salir y se pegó una ducha. Se puso a leer Pan de limón
con semillas de amapolas, una novela que incorporaba varias recetas.
Esa del pan con limón se la haría.
Pasado
los cuarenta y cinco minutos sacó el bizcocho y lo dejó reposar.
Serían
las cinco y media cuando recibió un mensaje de ella: “Salgo ya.
TQ”. A lo que él respondió: “Perfecto, te espero con el café
listo. Ten cuidado xfi”.
Tomó
el bizcocho lo desmoldó, lo adornó con un glaseado simple
realiazado con agua, azúcar glass y unas almendras picadas.
Y
como siempre terminaba sus platos… con las SS y una pizca de
eSSencia de muSSa.
Sonó
el timbre y cuando ella entró y vió el trozo de bizcocho de
chocolate que le estaba esperando junto al café humeante….
-Lo
sabía. Te conozco y sé como eres y por eso te quiero tanto
Marcos.-dijo mientras lo abrazaba.
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